Como vinimos comentando anteriormente, el pasado 21 de Septiembre pudimos hacer un sueño realidad; participar en el festival de títeres y marionetas más importante del mundo, el Festival Mondial des Théâtres de Marionnettes. Durante unos días, la encantadora ciudad francesa Charleville Mezières se viste de gala para llenar sus calles, plazas, teatros, comercios y otros lugares emblemáticos de títeres de todo tipo: Guante, hilo, marota, bunraku,corpóreos, etc… La ciudad se llena de toda clase de artistas para un público entregado y dispuesto a ver teatro. En Charleville encontramos cientos de espectáculos originales, divertidos, atrevidos, extravagantes, minimalistas, … todos con un exponente común, el títere.
El programa de mano (del tamaño de la revista Pronto) ofrece cada hora espectáculos que confluyen haciendo de la planificación un complicado juego de malabares. El vol de Calàndria se presentó en el Théâtre Municipal de Charleville y asistieron unas 450 personas en total.
Cabe mencionar el fantástico trabajo de Alejandro Navarro, que no solo aprendió el espectáculo en un tiempo record, si no que sustituyó muy dignamente a la polivalente, inigualable y embarazadísima Carme Serna.
Además de todo esto podemos hablar de bicicletas inverosímiles, billares convertidos en teatros, mágicas cajas de cartón, ataques de francesinidad, embarazadas en escena, sombreros nuevos, marionetas embotelladas, hoteles-camarote, autobuses británicos convertidos en restaurante… y mucho pero que muchísimo más. Eso es Charleville. Y nosotros, los DISSET, hemos estado allí para verlo, vivirlo y, sobretodo, disfrutarlo.
Desde este humilde blog queremos dar gracias al Institut Ramón Llull por ayudarnos a saltar de un lado para otro. Sin ellos todo esto seria muy, pero que muy difícil.
